1. Hace mucho tiempo en una galaxia muy, muy lejana… Dios estaba muy solo y se sentía muy solo porque estaba solo, su espíritu iba de aquí para allá y se aburría, así que vino y se le ocurrió crear el Big Bang, una genialidad mecánica en donde todo se expande en el espacio, chocando unos cuerpos celestes con otros como efecto de una explosión original ¡Un pinball galáctico!

2. Aquello era una fiesta de gases, partículas, moléculas, átomos, protones, neutrones y quarks ¡La tabla de los elementos volando por el espacio! Ese desmadre intergaláctico se expandía por el vacío del universo, viajando bien rapidito. Aquello se miraba pero chilero luces, colores y choques por todos lados y Dios lo vio y le gustó. Ta'bonito dijo, pero todo eran piedras, luces y gases.

3. Y se siguió aburriendo, pero se le ocurrió que aquella orgía química-atómica tenía que tener vida para que fuera más interesante y se le ocurrió la evolución de las especies y así empezó a crear unos pequeños seres como procariotas, eucariotas, bacterias y protozoos. Los hizo con patitas, con colitas, como choricitos, culebritas y de todo, pero eran muy chiquitos y seguían siendo aburridos y él también seguía aburrido, así que los fue haciendo más grandes, más chileros y sofisticados.

4. Pasó millones de años, porque no fue tan fácil, haciendo modelitos en plasticina y cada vez le salían más bonitos hasta que llegó a sus dinosaurios y pobló la tierra de esos. Había de muchos colores y tamaños, dientudos, cachudos, con alas, unos tiburonotes otros como elefantotes y le gusto lo que vio. Pero sus dinosaurios solo se la pasaban comiéndose los árboles y el pasto o comiéndose entre ellos, y se volvió a aburrir.

5. Se puso a pensar y se le ocurrió crear al hombre, ya no reptiles sino mamíferos. Pero primero tenía que quebrarse a los dinosaurios porque si no se iban a comer a sus hombres. Y mandó un gran meteoro y de un plumazo se voló a todos los dinosaurios, no dejó ni uno, solo unas lagartijas y cocodrilos, pero más chiquitos.

6. Y así empezó a llenar la tierra de cuanto animalito se le ocurría y para no complicarse y estar haciendo chapuces les dijo: -¡Evolucionen! Y ahí miren como le hacen. Separó al hombre de los monitos y dijo: -A este lo voy a hacer yo.

7. Y se fue a su taller a hacer sus modelitos de plasticina del hombre, pero su plasticina se le aguadaba con el calor del puerto así que mejor los hizo de epoxi, pero eran muy tiesos y finalmente se le ocurrió hacerlos de masita de maíz, así que fue a su molino de mixtamal y sacó unos chipustíos de masa y empezó a modelar y al fin le quedó bien bonito, de un soplido le dio vida y le habló al hombre así: -ahí te dejo, todo lo que ves es tuyo, comé de lo que dejé sembrado, no he creado el refrigerador todavía pero allí hay verduritas, frutas y semillitas. Solo aguas con los carnívoros porque esos se comen a la gente, así que pilas, vivo te quiero- Y vio al hombre y le gustó.

8. Ya Dios no estaba tan aburrido, para esto ya habían pasado varios millones de años, pero el tiempo a Dios le valía madre. Pero vio al hombre algo aburrido, lo miraba como que andaba pateando piedritas y algo deprimido. Y Dios dijo: -Ah ya sé que le pasa a este, quiere mujer-

9. Y así Dios vino e hizo el modelito de la mujer. Agarró más masita y le salió bien bonita, uso más masita porque la hizo algo gordita, pero estaba bien bonita. Y se la llevó al hombre y le dijo: -Mirá hombre, allí te dejo a tu compañerita para que no estén solos, jueguen y estense por allí desnudos porque todavía no he creado la ropa ni Zara, Saúl ni Stradivarius, cuiden a los animalitos y coman de todo lo que se les antoje, nada más recojan sus cascaritas y no me dejen el tiradero por ahí que ya luego crearé el reciclaje y la economía circular. Y el hombre vio a la mujer y obvio, le gustó también, no se habían creado los chuchos, pero le gustó también.

10. Y Dios se recordó de su debilidad y les dijo: -Nada más les encargo que del arbolote aquel (y les señaló el zapotal) no se vayan a comer mis zapotes, el zapotal es sagrado e intocable. Por allí hay bananos, naranjas, más allá hay caimitos y chicos, cañas para chupar y todas las verduras, pero el zapotal ni se les ocurra tocarlo. Hay les encargo porfis.

11. Y Dios se retiró a dar un su colazo por el resto de la creación, porque también creó a los extraterrestres, pero eso es otra historia.

12. Y la parejita se dedicó a retozar por toda la creación, inquietos que eran y sin ropita que andaban.

13. Y ocurrió que en aquellos días que la mujer después de un opíparo almuerzo se retiró a hacer una siestecita a la sombra del zapotal. Estando a la sombra de tan galán árbol y ya presa del mal del puerco, cuando escuchó que alguien le hacía: -Ssssshhhhiiiitttt, sssshhhhiiiitttt. Y no era en inglés. Abriendo los ojos vio a un animalito, mitad rata y mitad cochito y dijo: -Ah ve que creativo Dios. ¿Cómo te llamas pequeño mitad rata y mitad cochito? - Soy el tepezcuintle para servirte- - Y ¿Por qué osas interrumpir mi modorra pequeño tepezcuintle? -Dijo Ella. - Fíjate bella mujer (era un seductor el mentado tepezcuintle) que pasaba por aquí y me preguntaba ¿por qué este par de dos no comen de tan deliciosa fruta que es el zapote? -Debo decirte que Dios nos recomendó que no tocáramos la tal fruta del zapotal, so pena de pecado capital- dijo la mujer. -Pues babosos que son porque no saben la delicia que es el mentado zapote- Dijo el jodido tepezcuintle. -¿Será? Dijo la mujer. -Será la gran diabla, aparte de delicioso (cuando salen buenos) comerlos les dará potencia, más energía, maestrías y doctorados, les da alas como Red Bull o como el Viagra- Dijo el malvado tepezcuintle. -A ver, vamos a ver si voy comprendiendo. ¿O Sea que al comer de esa fruta tendremos poderes como para tener masita y hacer nuestras propias creaciones exclusivas? ¿Algo así como el emprendedurismo? -Clarens mujer, ya captaste el concepto. -dijo el enjundioso tepezcuintle.

14. A ella se le iluminaron sus ojitos y olvidose por un momento de la advertencia superior. Decidió consultar con su pareja sobre el asunto de los zapotes. Y llamó al hombre que por ahí andaba haciéndose el baboso. -¡Adán Onelio, Adán Onelio! El hombre presto y diligente acudió de inmediato al lado de la mujer. -No seas malito y súbete al zapotal y bájame una mano de zapotes- dijo ella. El hombre encandilado por el poder persuasivo de la mujer y en muestra de obediencia absoluta se encaramó al palo de zapotes y bajó de estos cuantos pudo. Al pie del zapotal ambos se saciaron de tan exquisita fruta y se retiraron del lugar, dejando un tiradero de cáscaras y pepitas de zapote por doquier.

15. Dios volvió de su caminata por el universo y lo primero que notó fue el basural que aquellos habían dejado. Montose en cólera al ver la desobediencia y luego se calmó porque Dios es amor, obviamente marketing. Procedió a llamarlos, aunque él ya sabía en donde estaban, Dios todo lo sabe, tenía cámaras en todo el paraíso. -¡Adán Onelio, Eva María! (que así le había puesto a la parejita) ¿Dónde están patojos? -Dijo Dios. Y aquellos dos fueron apareciendo, como chuchos apaleados con la cola entre las patitas porque bien sabían lo que habían hecho y la que les esperaba. -¡Adán Onelio! ¡¿Qué pasó con mis zapotes?! -Dijo Dios muy molesto. -La mujer me dijo que los comiéramos que no había clavo. -Contestó el hombre. Dios se agarró la cara mientras se halaba los blancos cabellos de su cabellera y pensó: -Baboso que me salió este. -A mí el tepezcuintle me dijo que podíamos comerlos, pero como que nos engañó. Atajó la mujer. -¡Cochino tepezcuintle! -Refunfuñó Dios visiblemente molesto, aquí sí perdió un poquito la calma. Dios volvió la vista hacia la parejita y les dijo: -En cuanto a ustedes dos me van agarrando sus tilinches y se me largan del paraíso. -En cuanto a ti Adancito ya te llevó la gran chucha, se acabaron los días de peluche y te tocará trabajar para comprar tu comidita, pagar casa, luz, agua, teléfono, cable, internet con apenas tu salario mínimo, pagando ISR e IVA. Y por lo baboso que fuiste macho alfa lomo plateado te creerás el sexo fuerte, pero qué si no, dominado por la mujer serás por los siglos de los siglos mientras piensas lo contrario. –Le dijo Dios al hombre. -Y tú Evita, evita ser tan mandona. Pero de ahora en adelante tendrás a tus patojitos con sexo, sudor y lágrimas y nomás espera a que crezcan y se hagan adolescentes ya vas a ver lo que es bueno. En adelante te tocará aguantar al baboso de Adán y sus ocurrencias porque crearé la monogamia y el matrimonio. -Y en cuanto al cochino tepezcuintle. De encontrarte tengo truhan sabandija, inútil de cuatro patas, vivirás escondido entre la maleza y las piedras, el hombre te cazará y cuando coma tu carne dirá: Sabe a pollo. Dios se retiró muy molesto diciendo: -¡¡Seguridad!! ¡¡Seguridad!!